Pecker actuó el pasado sábado en El
Veintiuno de Huesca, ante un local prácticamente lleno y entregado.
Pecker fue el encargado de dar el
pistoletazo de salida a los conciertos de El Veintiuno de Huesca hace poco más
de un año y si en aquella ocasión lo hizo sólo esta vez regresaba con su banda.
Y es que el oscense, sin duda uno de los grandes, agradeció en varias ocasiones
la labor de la sala que con su intensa programación musical está consiguiendo
captar la atención de los más melómanos y que él tuvo el honor de
inaugurar. El sábado, el oscense, realizó un repaso de toda su carrera
musical, con temas de sus tres trabajos, del reciente "Interludio"
junto a Manso (de The Pinker Tones) e incluso nos deleitó con un tema nuevo aún
sin titular (un burbujeante tema pop vitalista con reminiscencias a La Casa
Azul).
El
concierto arrancó empalmando la instrumental Nocturama con Yo, Piloto. Un
saludo rápido y la temperatura sigue subiendo: París, Tokio, New York, Campeón
y La noche no es para dormir. Paso para el genial y de estribillo pegadizo
Wonderfull Thing, de su trabajo (disponible on line) junto a Manso. Continuó
con una de mis favoritas Hombre Efervescente y así llegó como el mismo Raúl
indicó la hora del guateque: Treinta y Cinco, Surfeando Magnolias, Prejuicios
Tóxicos (también de Interludio). Momento de calma en la pista con Tu Boca en
Espiral y Astronauta 7 (del primer disco que interpreta junto a Iván Ferreiro,
hace unas semanas en el mismo escenario y tema que gana con el tiempo) y traca final con Los 5, Me Quemas
Bastante y Supernova con el público bailando y coreando y un Raúl, Pecker,
totalmente entregado a la causa y disfrutando encima de las tablas. En los
bises y con ukelele presentación de tema nuevo y delirio electrónico con
Encantadora Lunática. Un show de los más potentes del oscense que cada vez
arrastra más gente y disfruta más de su directo. Grandes sensaciones acompañado del gran Echedey Molina (a la batería) y Guy Gómez a la guitarra.

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