MONEGROS 2009: ARENA EN LOS BOLSILLOS

El pasado sábado-domingo pudimos disfrutar de una nueva edición del festival del desierto. Sin duda, la mayor fiesta de la música electrónica de nuestro país y de gran parte de Europa. Un año en el que la incertidumbre sobre la asistencia estaba en el aire y de la que se salió airoso gracias a un incremento del público asistente, que, antes de comenzar la cita, ya batía todos los records de venta de entrada anticipada y que se situaba cerca a los 43.000 espectadores (hace unos años que el festival ronda los 40.000 asistentes (recuerdo los titulares de record con 10.000 asistentes en 1999, creo, en una de las primeras citas de un servidor con la antigua Groove Parade), cifra más que respetable y que este año se completó con una participación de público extranjero, que aumenta en relación al pasado: italianos y franceses se dejaron caer por el desierto para vivir la experiencia del Monegros, que seguro no les dejó indiferentes). Otro incremento (no sé si destacable) es la presencia cada vez mayor de un público femenino y un amplio abanico de edad que abarca a todo tipo de públicos que siempre ha caracterizado al festival.

Foto: tillate.com

MONEGROS DESERT FESTIVAL 2009

Llegada al parking del festival, este año sin ninguna retención destacable, y hablar con alguno de los organizadores (siempre con una sonrisa en la cara y una disposición sobresaliente), una brisa que aminoraba el efecto del calor y convertía el ambiente, un año más, en una enorme nube de polvo que invade coches, y cuerpos (no peor que en otras ediciones y mejor que los días previos, en los que el fuerte viento hizo temblar a la organización). Algunos de los patrocinadores ya pululaban por el recinto, con un Ramón Miranda a la cabeza e incluso una delegación de ILD, empresa promotora de ese espejismo llamado Gran Escala se dejaron caer por el festival para comprobar como de la nada, se puede montar una gran ciudad de 40.000 personas, que aparece y desaparece cada año en un visto y no visto, de un día para otro. Por supuesto, también pudimos ver a Juan y Cruz Arnau, los responsables del festival, siempre muy activos y atentos a todo lo que sucede, inevitables de ver en cada edición por su actividad y omnipresencia y en muchas ocasiones, recibiendo los saludos y halagos del público asistente (que cada año aparece con más camisetas preparadas para la ocasión).

De fondo, sonaba ya uno de los 2 artistas aragoneses que actuaban este año en el festival, 3 Monos. El otro, el gran Chelis, que apareció en el escenario Red Bull Music Academy dos horas después de lo previsto. Ya se ha citado en varias crónicas la poca presencia de los aragoneses en esta edición, yo sumo además la poca visibilidad, con una de las propuestas colocada a primera hora y otra con un retraso evidente, causado por la anulación de una de las sesiones. Quizás una de las pocas incidencias notables del festival en su 15 aniversario junto con el retraso que se produjo en el escenario San Miguel Xperience, que aplazó las dos actuaciones más atípicas y apetecibles de esta edición: Tego Calderón y Calle 13. Por citar un par de incidentes más, fuera de la mano de la organización, destacar el incendio que se declaró a varios kilómetros, visible desde el parking del festival; y el fatídico accidente de una moto (ajena al festival), en las proximidades de la carretera de acceso al Monegros, ya por la mañana.

AL LORO

Un año más, nunca me deja de sorprender el montaje que conlleva esta gran fiesta del desierto. Esas grandes carpas y ese sonido impecables que nunca he conseguido superar en apreciación, sobre todo en el gran escenario al aire libre, este año denominado "Festivales de Aragón", exquisito y sorprendente por su amplitud y nitidez.

Comenzamos la ruta con Tote King, acompañado de su hermano Shotta y con una banda entera en directo. El bueno de Tote se tendría que decidir a cambiar a su técnico de sonido, sus conciertos nunca superan la grandeza de sus discos por causa de una sonorización espantosa que emborrona el buen hacer del rapero de Sevilla, cosa que ya ocurriera en la edición 2007 del festival Periferias. Mientras, en el Hazard Open Air, los ritmos trepidantes ya sonaban a todo volumen con un público fiel y entregado desde el primer momento, Keler, Fatima Hajji, Narkotic Dlux y The Madox firmaron unas sesiones duras, casi en sesión continua, repletas de subidones, de mezcla de hard-techno y sranz que me sonó más llevadero que en otras ocasiones. Pet Duo y Frank Kavita, OBI y Andreas Kremer fueron los mejores y más personales en el Open Air de toda la vida con sesiones algo más experimentales que en otras ocasiones, sin salirse del tocoto-tocotó que caracteriza a un género de la electrónica que gana en adeptos, sobre todo de los asistentes más batalleros y jóvenes que bailan totalmente entregados a los ritmos trepidantes de Sranz.

Mientras, en Festivales de Aragón tras el inicio de Cristian Varela apareció en escena en bueno de Carl Cox, con una sesión plagada de hits comerciales, de comentarios hacia su público y de movimiento característico del gran dj que tiene su residencia en Ibiza durante todo el verano. Una sesión que fue de más a menos y que para muchos fue el comienzo de la gran fiesta que venía por delante.

En el San Miguel Xperience Calle 13 y Tego Calderón no defraudaron, pero el verdadero éxito se lo llevó La Excepción que contó con un público incondicional que tarareaba sus letras de principio a fin y una formación especialmente inspirada y crecida. Quizás más personales que nunca y contentos de su gesta contra las discográficas no paraban de decirle al público que se descargaran su último disco de Internet. Tras ellos Gentelman & The Far East Band realizaron un gran concierto de reggae, más propio de Pirineos Sur que del festival del desierto, pero que supuso un oasis para descansar un rato antes de la llegada de los grandes nombres del Techno.

Oscar de Rivera
, en el Red Bull Music Academy se veía pletórico, contento, transmitiendo al público de cerca su amor por el house y tech-house de clase, alargando su sesión y metiéndose al auditorio en el bolsillo en el escenario más acogedor de Monegros, el pajar que tiene ese algo especial de las primeras ediciones. Tras él, Chelis volvió a hacer de las suyas en una sesión plagada de mezclas, del electro al dubstep y de esa personalidad tan divertida, característica y llena de técnica personal del de Zaragoza, que siempre nos hace disfrutar.

De vuelta al Festivales de Aragón, Orbital, uno de los grandes nombres de esta edición, conseguía que mucha gente abandonara el escenario en una sesión en directo sin ningún pero, pero de otro tiempo. Los chicos con las luces en sus gafas no han conseguido que sus sonidos suenen actuales, aunque si clásicos y buenos en sus formas, puede que esté de más su vuelta a los escenarios. Siempre me quedará el gran concierto en el Escenario Verde que en el 2001 realizaron en Benicassim en su gira de despedida. Tras ellos, el que para mí fue el mejor de la noche, un Sven Väth especialmente inspirado con una sesión plagada de buenas mezclas en la que el techno de calidad y los guiños a la música industrial, al primer Detroit de segunda generación (léase Jeff Miles) le llevaron a abarrotar de nuevo el escenario que se vino abajo cuando, al final de su sesión, sonaron los primeros acordes del Thriller de Michael Jackson: la mayor ovación del festival y un momento para el recuerdo de esos que te ponen la piel de gallina. La versión sonó íntegra, de principio a fin, sin ningún corte y concluyó con la salida del dj del escenario, impresionante homenaje (véanse vídeos en youtube). Tras Sven Väth, salió a escena el dj de djs, sin duda el monstruo que mejor ha sabido renovarse y adaptarse a los nuevos tiempos, siempre con marca de la casa, un estilo personal basado en el minimal (quizás la única persona que domina el género, tan repetitivo en los últimos años) con una sesión exquisita aunque un tanto imprecisa en su comienzo y quizás más pausada y silenciosa de lo que el horario y espacio requerían: Riche Hawtin. A la vez aparecía en el San Miguel Xperience Luciano y su proyecto AEther, con uno de los mejores directos de esta edición, manejando robots con laptops y con una música entre en tech-house y el techno. Ricardo Villalobos, en una sesión más technoide que minimal realizó un gran set y Tiga, con nuevo disco, no supo transmitir el groove de sus trabajos, en una sesión alejada de sus producciones discográficas. Vitalic facturó un gran set en el Festivales de Aragón, al igual que Dave Clarke (poco sorprendentes). Hasta que llegó la sesión de Ben Sims, siempre uno de los mejores en Monegros, con una sesión que comenzó a ritmo de Billy Jean lo que supuso el segundo homenaje al rey de pop de la noche. Su sesión, cargada de ritmos bailables, de bajos, de una ola funk, fue, sino la mejor, una de las mejores, mientras los primeros rayos de sol calentaban lo que había sido una noche fresca de verano.



Sven Väth Tribute Michael Jackson

Unas horas antes, en el Eristoff Tent, Marco Carola conseguía congregar a toda la gente que abandonó a Orbital y Josh Wink realizó el mejor set de la carpa, que amanecería al día con el house ibizenco de Tania Vulcano y su Circoloco Showcase, mientras, en el Red Bull el Drum´n Bass sonaba con fuerza.

Esto es todo de una edición que una vez más renovó su compromiso con la fiesta, con el baile, con la buena organización y el saber hacer de sus trabajadores. Una edición de record, de ampliación al público extranjero, de apertura al reggaeton y de un desarrollo exquisito, sin ningún tipo de agobios (los habituales). Un año más volvemos contentos del desierto, de esa mágica cita dura que tenemos todos los veranos y en la que nos gusta disfrutar. Ya tengo ganas de Monegros Desert Festival 2010. A casa con arena a los bolsillos y con la anécdota de dos emisoras que se entrecruzaban en el coche de vuelta: la retransmisión de una misa de domingo se interfería con una emisora en la que sonaba música electrónica. Nos dimos fraternalmente la paz y nos fuimos a dormir (10:30 AM).

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