BASADO EN HECHOS REALES:

Contaba este San Lorenzo nuestro amigo Emilio (natural de Fanlo, renegado de Zaragoza y ocasional residente oscense), que durante los últimos días de la Guerra Civil española, el frente de los Pirineos se encontraba con mucha actividad bélica (por todos es conocido el suceso de la "Bolsa de Bielsa") y la mayoría de las mujeres y niños del pueblo de Fanlo se refugiaron cruzando la frontera.

Entre todos los naturales de la localidad pirenaica se encontraba una niña, una chica joven que entre sus ilusiones se llevaba al país vecino, un gran amor por las corridas de toros (que probablemente nunca antes había presenciado). Cuenta la historia que la chica trabajó cuidando a un niño de una familia francesa durante mucho tiempo. Y el niño creció con historias de toros y toreros, grandes hazañas de héroes españoles que su cuidadora le contaba con mimo e ilusión.

De mayor, el muchacho se convirtió en uno de los toreros más famosos del país vecino (donde también hay buena afición y los toros no se sacrifican ) y hace ahora muy poco tiempo que el afamado torero francés se retiró (nuestro narrador no recordaba su nombre).

A la chica, se la puede ver todavía por el pueblo de Fanlo, a donde regresó hace ya algún tiempo, como una señora mayor, con una sonrisa cómplice en la cara y deseosa de contar su historia a todo el que le pregunte.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Solo un apunte porque te veo desinformado: en Francia SI se mata al toro, exactamente igual que en España. Es cierto que hay algunas novilladas (sobretodo en la zona de la Camargue) sin muerte, pero es algo anecdotico. En todas las plazas francesas se mata al toro.

j dijo...

Una historia digna de salir en un libro de Paul Auster.Enorme.

Capitán Lillo dijo...

Anónimo: gracias por la aclaración. Me lo habían comentado pero no estaba seguro, soy un aficionado de "sol". Corregido.

J: una bonita historia que no se podía quedar en el olvido

Anónimo dijo...

Emilio es como un agüelo cuentacuentos.

Anónimo dijo...

Yo se lo conte a Emilio...
A mi me lo contó mi abuela.
Su hermana vivió 22 años en Mirande. La chica se llamaba Clotilde, y parece ser que fue la kanguro de un niño que se llamaba André... cuyo Abuelo tenía ya la afición de los toros... ¿Será verdad que Clotilde le contaba al niño historias de toros y corridas?
http://perpignan.corridas.monsite.wanadoo.fr/page6.html

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