LAS ANÉCDOTAS DE MONEGROS III

Groove Parade 2003, edición 9 de Monegros Festival. A lo largo de la tarde, se fue formando una inmensa cola de coches que se dirigían hacia la cita anual con su rave preferida. La organización contaba que aquel año podrían batir un nuevo record de asistencia pero todo se desbordó. Las colas fueron inmensas y los atascos descomunales (4 horas desde Fraga al festival tardaron algunos), las taquillas habían vendido ya 25.000 entradas cuando la organización decidió cerrar las puertas. Desde ese momento la Guardia Civil mandaba para casa a todo aquel que no tenía ya su entrada (que era bastante gente), para tratar de acabar con el atasco. El propio Juan Arnau, el empresario más y mejor de la movida electrónica, decidió comenzar a andar desde el festival hacia la carretera y explicar la situación a los asistentes, de manera personal. Así que ni corto ni perezoso, el señor Arnau fue coche por coche pidiendo disculpas por no haber podido asumir, ni prever tal número de asistencia. Todo un detalle que nos demuestra la valía personal del responsable del evento, tantas veces ensalzada. Cuentan que pocos días más tarde se reunió con la Guardia Civil para corregir los fallos de cara a nuevas ediciones.

Javier Blanquez tituló una de las múltiples crónicas de la edición 2003 como "Groove Parade: ¿te gusta conducir?" que comenzaba así "Te tiene que gustar mucho la música de baile o te tienes que pirrar por asir el volante del auto y comenzar a darle al pedal a fondo hasta llegar al medio de la nada. O una cosa u otra... o las dos" para concluir "el Groove Parade tiene algo especial. ¿El qué? Cada cual sabrá qué es lo que más le atrae y lo que le impulsa a repetir año tras año y a pegarse la paliza, pero el Groove Parade tiene magia"