REVISIÓN NORTEÑA

Este viernes en el Eden actúa Pauline En La Playa (proyecto de dos ex Undershakers). Concierto no muy apropiado para el jolgorio que se genera en la sala. Se trata de un grupo asturiano, descendiente del denominado Xixón Sound e influenciado por el llamado Donosti Sound. Aporvechamos aquí para hacer un recorrido por estas dos denominaciones de estilos de música parejos.
XIXÓN SOUND
En los primeros años 90 una pequeña ciudad sin apenas tradición musical saltaba a los titulares con una prometedora generación de jóvenes grupos independientes. Una intensa década después, ésta es la crónica del auge, caída y resurrección de uno de los fenómenos más sorprendentes y excitantes del rock español reciente.
TODOS ÉRAMOS MÁS JÓVENES Y LOS NOMBRES ERAN MUCHOS.
A base de camisetas (Córtate el pelo, cambia de vida) y sonidos, los 90 situaron en el mapa de la música estatal a una pequeña ciudad industrial que casi siempre permanecía fuera de todas las referencias. Con más ganas que conocimiento, todos querían tener una guitarra entre las manos. No había nada que decir, no existía mensaje. Ni siquiera una necesidad de comunicación. Tantos discos en casa llevaban a la imitación. Todo eran estímulos, impulsos exteriores. La combinación de ruido y melodía funcionaba. No era necesaria ninguna clase de pericia técnica. Un grupo de adolescentes de clase media intercambiaba discos y compraba los primeros instrumentos. Siempre había alguien que podía traer más CDs de fuera en el próximo viaje. Todos bebían en el mismo bar… A los veintipocos años pocas eran las cosas que importaban. Y así comenzó el ruido. Lejos, a cientos de kilómetros, los medios ya empezaban a hablar de la generación indie y, poco después, del Xixón Sound, etiqueta más representativa de lo generacional que de lo musical. Coyuntural en cualquier caso. Penélope Trip, Medication, Eliminator Jr, Australian Blonde… Eran los nombres propios que representaban el sonido de una urbe en claro proceso de declive económico, aunque ellos vivían de espaldas a esta realidad. Por otro lado, pero cerca, también estaban Doctor Explosion y Undershakers y, un poco más allá, Kactus Jack y Hollyday Fleet. Primero de todos Los Sangrientos (grupo de Paco Loco, alma y mecenas de aquella escena) y, después, llegaron Nosoträsh. La ciudad permanecía al margen, pero su nombre se movía excitado en la letra impresa de los periódicos y las revistas estatales. Por un momento todos creímos que estaba pasando algo importante y muchos se perdieron por las calles equivocadas. Después de algunos discos interesantes —aunque no tantos si hacemos un recuento crítico riguroso—, todo aquel movimiento fue perdiendo fuerza y gastando el nombre. ¿En qué momento? Pudo ser, mediada la década, cuando Australian Blonde se dejó confundir con el espejismo del Chup chup y apostó por vender mucho y sonar en la radiofórmula o cuando Penélope Trip también se dejaron arrastrar por los cantos de sirena multinacionales. La desorientación acabó con ellos. El dique era débil y cuando llegó la primera ola fuerte no sirvió como muro de contención. Por aquellos mismos días, uno de esos grupos prefirió ir creando, sin prisa, una brújula. Se llamaba Manta Ray y, con su primer elepé homónimo (1995), daba muestras de que sus intenciones iban por otro sitio. La emoción entraba en la música de Xixón de la mano de una propuesta de rock emocional autoconsciente. Ellos ya no necesitaban el nombre de su ciudad para abrirse un espacio. La música ya no era una cuestión de mímesis y de entretenimiento adolescente pequeño burgués, como para algunos de sus compañeros de generación. Estaban descubriendo un lenguaje. Un código con el que poder expresarse. Y fueron desarrollándolo en posteriores trabajos discográficos y, sobre todo, encima de los escenarios de todo el Estado español y una buena parte de Europa. El guitarrista de esos Manta Ray metalingüísticos se llamaba Nacho Vegas. Un chico que siempre tocaba de espaldas o con su rubia melena cubriéndole el rostro. Un día, Nacho Vegas descubrió que tenía algunas cosas que contar y que Manta Ray no era el sitio indicado. Cogió una guitarra acústica y unos cascabeles que enganchaba del pie y empezó a tocar en solitario por los bares de la ciudad… Estaba probando temas como El ángel Simón o Al norte del norte. Algunos de ellos, pasada la, nunca mejor dicho, travesía por el desierto, se convirtieron en Actos inexplicables (2001). El álbum que convirtió a Vegas en uno de los mejores escritores de canciones de la historia del rock español. Nacho colabora habitualmente con un nombre que apareció después de todo aquello: Mus. Un dúo de Xixón que empezó afiliado al trip hop y al pop electrónico, siempre con un fuerte compromiso identitario (utilización del asturiano en los textos, interés en el cancionero tradicional) y que, paulatinamente, sin llegar a romper con su personalidad primigenia, fue arrimándose a los sonidos más acústicos. Depurando la propuesta y traduciendo cada vez con más exactitud los sentimientos propios y los del país en el que viven. Llegando con El Naval (2002) a firmar uno de los trabajos más honestos, inteligentes y necesarios del pop estatal. El propio Vegas también trabaja con otro grupo del lugar, Nosoträsh, que después de sobrevivir a una fallida aventura multinacional y de publicar dos discos repletos de himnos de pop instantáneo, han firmado Popemas. Una declarada muestra de madurez (musical y personal) que convierte, con la ayuda de Ibón Le Mans y otros amigos, aquellos himnos un poco intranscendentes en una colección de apuntes de canciones de apenas dos minutos con una fuerte carga emocional. Dos componentes de Manta Ray, Josele y Frank, se desdoblaron en otra interesante propuesta, Viva Las Vegas, que en su debut recupera el espíritu de los Manta Ray de 1995. Una exploración en las posibilidades del sonido en búsqueda de la emoción que toma la forma de lo que ellos mismos definen como «blues narcotizado». Por el camino fue quedando todo lo demás: Australian Blonde, después del doloroso fracaso discográfico, sobreviven grabando buenos (aunque intrascendentes) ejercicios de estilo como Lay It on The Line; Pauline en la Playa abandonaron la ciudad en busca de una mayor repercusión tras el fracaso de su anterior proyecto, Undershakers, y Penélope Trip preparan un grandes éxitos. El disco definitivo de Penélope Trip que editará Astro este año. Ahora que ya nadie lo espera.
LA INTENCIÓN MORAL.
«No creo que a mediados de los 90 se pudiera hablar de una escena en Xixón. Es ahora, más que nunca, cuando hay algo parecido a eso entre nosotros y otra gente como Mus o Nacho Vegas». La afirmación es de Xabel Vegas, batería de Manta Ray. Estilísticamente optan por caminos diferentes, pero hay algo que les une, más allá de la procedencia geográfica. Xabel habla de la «intención moral» presente en su música. Una apreciación con un pie en la reflexión intelectual y el otro en la reacción visceral ante la realidad. Si El Naval, de Mus, desde un espacio que se podría definir como el estilo trascendental aplicado a la música, capturaba el alma colectiva de una Asturies que desaparece; en el inminente Estratexa (Acuarela), Manta Ray dibuja con intensos retratos sonoros el paisaje de esa realidad. Un paisaje posindustrial, cargado. El cuarteto renuncia a lo espiritual para buscar lo físico, la intensidad. Una intensidad que nace de la violencia. Una violencia no estética, cruda, hija natural aunque no reconocida, de la realidad social en la que viven. Esta violencia resulta más cruda por la depuración y la sobriedad que la envuelve, que la genera. Todo se vuelve necesario, todo se condensa, todo hace daño. Como en una película de Michael Haneke. Si su nuevo álbum convierte a Manta Ray en el equivalente musical al cine de Haneke, de Nacho Vegas sólo se puede decir, por seguir con la comparación cinéfila, que representa a la música estatal lo mismo que Robert Bresson al cine francés. Es una isla, un punto y aparte. El músico que mejor capta (captura) la atmósfera de Xixón en sus canciones vuelve con Cajas de música difíciles de parar (Limbo Starr) a demostrar su maestría —no sería excesivo hablar de genialidad— como escritor e intérprete de canciones. Atrapado en un doloroso proceso de autoconocimiento, su creatividad es una inagotable fuente de vida. El segundo disco de Vegas es un doble CD, dos horas de confesiones íntimas envueltas por el magnetismo y la calidez de una música húmeda y cercana. A pesar del dolor presente en sus canciones, consigue que tengan un poder balsámico en el oyente. Encuentra que su respuesta, no carente de agresividad y compromiso, sólo puede ser íntima. Lo cotidiano, la vida que a muchos pasa por su lado sin rozarlos, duele en las canciones de Nacho Vegas. Pero es un dolor asumido plenamente. Mejor aceptar una verdad dolorosa que una realidad anestesiada. A pesar de esta apuesta radical por la introspección, comparte con sus compañeros el ser claro reflejo sonoro de la realidad de su tierra: si Mus representa el alma y Manta Ray el espacio, las canciones de Nacho Vegas capturan el tiempo. Los primeros serían la identidad, los segundos la intensidad y Vegas la emoción. Con mayúsculas.
UNA CONCLUSIÓN:
Seguramente fue necesaria la existencia del Xixón Sound, de aquel ambiente de excitación creativa y colaboración, para recoger los frutos actuales, pero habría que reformular la cita bíblica. En este caso no serviría el: «De aquellos barros, estos lodos». Lo correcto, posiblemente, sería: «Contra aquellos barros, estos lodos».

(Ramón Lluís Bande (Gijón, 1972) es escritor, periodista y director de cine. Es autor de la película sobre Nacho Vegas, El Fulgor. )

DONOSTI SOUND

EL SENTIDO DE DONOSTI

Hace unos días me hablaron de este término, del sentido donosti, de la sencillez o la belleza de algunas cosas, en sentido donosti. de encontrar algo distinto en la monotonía, la nostalgia o la fragilidad. de andar por la calle como si fuera la playa de la concha y de hablar de ayer como si fuera un cuento. de preferir las margaritas a las rosas o de sentirse distinto a los demás no porque te pasen cosas distintas, sino por el tratamiento que le das a esas mismas cosas que le pasan a todos porque donosti no solo ha sido la cuna del pop más delicado que se ha hecho en nuestro país en los últimos 20 años, sino que tiene también al diseñador más carismático de la escena independiente española, la marca de ropa que mejor ha entendido el concepto de estética de un colectivo que miraba demasiado hacia afuera y, de un tiempo a esta parte, a uno de los pocos equipos que hacen del fútbol un arte en españa, con xabi alonso, el jugador español que mejor trata al balón actualmente. donosti se ha convertido en una ciudad que tiene muchas de las cosas que yo considero bellas, en el sentido en que yo entiendo la belleza. Pero en el terreno estrictamente musical es evidente que la marca inconfundible de la ciudad es el 'donosti sound', una forma de entender el pop que, aunque en versión de remake basto americano, se ha llegado incluso a convertir en fenómeno masivo con las canciones de la oreja de van gogh. un estilo que tiene casi más detractores que adeptos, que tachan las canciones de bandas como le mans, la buena vida o family de blandas, cursis y superficiales. pero que, al igual que hay gente que pasando de la treintena siguen diciendo que su libro favorito es el principito o que desearían volver a ver al signor rossi o el planeta imaginario, para algunos, es más importante una canción de cualquiera de estos grupos que todos los nuevos cantantes de operación triunfo o verdadero sentimiento del metal. porque hay gente que no saben istinguir sensibilidad y sensiblería, o no quieren o no se atreven, que viene a ser lo mismo.

"REPRESENTANTES"
Aventuras de kirlian; Aventuras de Kirlian. Dro [1989]
Mucho, muchísimo tiempo antes de que estuviera preparado para escucharlo se publicaba un lp que a la larga se convertía en la piedra fundacional del sonido donosti. los futuros componentes de le mans graban aquí un disco de 9 canciones y poco más de un cuarto de hora de duración que habla de situaciones de una cotidianidad apabullante. una aburrida tarde en tu habitación (sin esa persona), un día gris, el verano, el cálido verano o el pez luna que no puede escapar de la fuente. canciones que quiero entender que se compusieron después de escuchar los primeros discos de sarah, la suave belleza de felt o el pop anglosajón más acústico. un lp que, aunque corto, crece a cada escucha. y ya van...
Un soplo en el corazón; Family. Elefant [1994]
Un soplo en el corazón no solo ha influenciado a bandas de su entorno, sino a toda una generación de músicos que han soñado con hacer la segunda parte de un disco que nunca tendrá secuelas. con este cd se daba un salto al infinito en un estilo que hasta ahora solo se había abordado torpemente, se escriben letras que hablan de la belleza de las cosas sencillas, del verano y sus secuelas y de estrellas, cometas y sentimientos sin caerse del alambre del que hablaba jesús llorente y se sienta cátedra de la forma más modesta posible. a partir de aquí todo cambió, aunque algunos aún no lo quieran comprender.
Entresemana; Le mans. Elefant [1994]
entresemana es el disco al que recurro cuando casi no estoy para más, a veces más a menudo de lo que debo. porque me he ido haciendo a él poco a poco y, aunque al principio era como un vecino que tiene algo que hace que te caiga bien, ahora, inconscientemente, se ha convertido en mi confidente. el segundo disco de le mans es bajo mi opinión el que centra su sonido a partir de entonces y el que tiene las canciones más certeras y mejor conseguidas. un disco que asienta una escena que no sabía del todo hacia donde dirigir sus pasos. y se cierra además con el más maravilloso homenaje que haya tenido jamás vainica doble, 'perezosa y tonta', la canción de la ballena azul.
Soidemersol; La buena vida. Siesta/mercury [1997]
el disco del salto de la buena vida a una multinacional no pudo ser más extraño. supongo que un AR sugestionado por el posible 'encanto comercial' del toque electrónico que la buena vida le daban al ep de magnesia, decidió que siesta era demasiado poco sello para las aspiraciones de los donos tiarras. pero ellos aprovecharon las oportunidades que les dió mercury para traerse a louis philippe y que les orquestase el disco más difícil desde el punto de vista exportable a las radiofórmulas hasta entonces de la banda. pero el más bello también, el que les alejaba un poco de esa pesada coletilla de naif y les colocaba en lo más alto de una cumbre de la que no sé si están dispuestos a bajar. entonces llegaron la oreja de van gogh y los cuarenta principales se olvidaron de que un día existió la banda de irantzu ¿para nuestro bien?
Ama; Ama. Jabalina[2oo2]
supongo que para cuando se empezó a grabar este cd de la banda, formada por componentes de le mans y la buena vida, la ruptura de los segundos con siesta estaba ya hecha. y por eso el debut de ama aparecería con la etiqueta de jabalina, que así se unía al grupo de sellos que han publicado algún cd del sonido donosti. y este es probablemente el que más deuda de 'un soplo en el corazón' tenga de cuantos se hayan publicado de entre las bandas de san sebastian. el que más recuerda el toque electroacústico de aquel cd y el que tiene la portada que más acercaría yo a family, como el viajero al que el dolor y la tristeza le pesan más que el propio equipaje.un disco que no deja de recordarnos a irantzu, porque ese sonido pop tan característico siempre suele venir acompañado de su voz. pero esta vez no, esta vez ella se dedica a escuchar desde detrás, sentada en el sofá como nosotros, expectantes e ilusionados con esta nueva propuesta
.
(Artículo sacado de aquí)

5 comentarios:

Capitán Lillo dijo...

Antes de que nadie diga nada:PERDÓN POR EL PEÑAZO, pero me lo pedía el cuerpo

Anónimo dijo...

Un amigo y yo tenemos una teoría: cada concierto del Eden, tiene en Huesca uno o dos Fans, que gozan mucho con el concierto. Por lo visto, del concierto de este viernes tú eres el fan.

Anónimo dijo...

la propuesta era sugerente...ahora más...¿quien teme a los tochos?...
bio

Capitán Lillo dijo...

Gracias Bio.

Anónimo dijo...

Pocas veces me trago estos 'Peñazos' pero la verdad es que me lo he tragado muy a gusto. Realmente es una propuesta muy interesante la de este viernes en El Edén, y este post es una forma magnífica de ponerlos en contexto. Ciertamente no soy ningún fanático del 'Donosti Sound' (Ñoñosti Sound dirían algunos) pero disfruto mucho con Le mans y La buena vida. De Pauline en la Playa apenas conozco nada, pero este viernes seré unos de los que va a apreciar la propuesta seguro!

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