EL INDI DE (@)BAJO: TREMENDO POP FESTIVAL

La música indi por definición nunca llega al gran público, permanece debajo, tapada y pocas veces ve la luz de las radiofórmulas, la prensa de tirada nacional o los estadios abarrotados.

El indi tiene, en los tiempos que corren, una gran presencia en Internet, medio que le permite a las bandas mostrar su música, relacionarse con otras formaciones y escuchar las opiniones de su público. Es decir, evolucionar.

El bajo fue el instrumento protagonista de la segunda jornada del primer Tremendo Pop Festival, que en su primer día ya había contado con la actuación estelar de Deluxe como cabeza de cartel y la sesión de Dj Amable, arrastrando a los siempre dinámicos poppies de las localidades cercanas (Barbastro, Binefar, Graus...). De ahí el título de esta crónica, El Indi de (@)bajo.


The Blows.

El Tremendo Pop Festival de Monzón viene a cubrir en nuestra provincia la laguna que dejó el Meeting Pop Festival (ahora reconvertido en Ribagorza Pop Festival con propuestas más comerciales aunque manteniendo algo de aquel espíritu. Ya se barajan nombres como Fangoria o Violadores del Verso para la nueva edición de este festival de primavera que acoge la localidad de Graus) contó con una buena entrada de público (algo menos de 1.000 personas en cada uno de sus dos días de duración, cerca de dos mil en total) un lugar adecuado (el local de la Asociación San Mateo, algo parecido al JaiAlai oscense aunque con más apariencia de nave) buen sonido (Rampa) y una organización excelente (aseos, comida, precios asequibles, poco espacio de tiempo entre actuaciones...) algo muy destacable en su primera edición.


Stereotypo, el Ian Kurtis de Santander.

En el ámbito musical, la segunda jornada del festival nos deparó altos y bajos, momentos intensos y otros más intensos todavía y una sensación de haber visto a una fuerte representación de lo que forma una rama del indi nacional, aquella que se trasporta a los sonidos de Joy División, New Order, Strokes, Happy Mondays, Interpol, Franz Ferdinand (omnipresente como influencia) o incluso los geniales LCD Soundsystem, por citar algunos. Es decir una representación del rock bailable que triunfa en Londres y Nueva York y que visto desde España tiene representantes decentes, parodias intercambiables y muchas dosis de diversión y baile, todo ello en representación de una evolución lógica del rock en donde las guitarras, los sintetizadores y la música de baile cobran protagonismo. Las letras evidentemente suenan en ingles con lo que algún despistado del público dudaba de la procedencia nacional norteña de alguno de los grupos.

El primer turno fue el del oscense Copiloto, al que llegamos tarde. Copiloto, que poco a poco está ganando solidez en el directo, era la única propuesta de la noche en castellano y el público lo agradeció agotando los discos del stand donde se vendían (aunque llegó una segunda remesa). Copiloto nos confesó, pasada la noche, que tiene unas ganas terribles de volver a actuar en Huesca en el Clip Festival el próximo fin de semana, junto a una representación de oscenses que tienen en común el amor por la música y un cierto mimetismo generacional.

Después aparecieron sobre el escenario Stereotypo (interesantes, con un toque más ingles), The Blows (algo más N.York, sin sintetizadores y sin superar a sus precedentes) y Standard (la propuesta más solida y personal de la noche, con un bagaje y representación más potente de este rock bailable comentado. Uno de los momentos álgidos de la noche). Delorean sonaron verdes, con una voz chirriante que no hace justicia a su disco. No tuvieron su día. The Pinker Tones creando sus temas en directo y deconstruyendo grandes hits de la música de baile (Daft Punk, por ejemplo) que revolucionaron a todos lo asistentes y se convirtieron en la fiesta hedonista y divertida de un electro que siempre representa muy bien algo de la música que más se baila en Barcelona (lugar donde residen) y que tiene un resultado agradecido (máxime cuando los componentes de los Tones se entregan en cuerpo y alma a manejar esas pequeñas máquinas en una especie de, como dice un afamado crítico musical, "Kraftwerk de SerieZ"). Luego fue el turno de los Djs con Dj Tupe (uno de los organizadores del evento) y David Kano (Cycle, Krakovia) del que se tienen buenos recuerdos en Huesca tras su paso por el Flow Microclub, pero no se puede llegar a todo y nos los perdimos.


Standard, a estos les tocaba de blanco. De lo mejor de la noche, con dos baterias sobre el escenario.


Delorean, borrosos.

Esperamos ya la segunda edición de este tremendo festival que nos ha dejado con un buen sabor de boca.

0 comentarios:

top