ESTA NOCHE HAY UNA ESCENA

El pasado fin de semana y con motivo de la celebración del aniversario de la Peña 10 D´agosto, se celebró en el Jai Alai un pequeño festival (ya habitual) con grupos de Huesca.

Esclavos del Vicio, que ofrecieron su primer concierto tras la salida al mercado de su disco de dedut (Inocencia Perdida). No pudimos ver al que sin duda es uno de los grupos de rock más interesantes de Aragón en estos momentos, capaces de pasar una noche de s+d+rock&roll con Jonny Kaplan, caerse de borrachos junto a los norteamericanos Marah en la cervecería de turno, habituales del Azkena Rock Fesetival, colegas de los españoles Uzzuahia, con un bagaje musical increíble para su edad conocedores y admiradores de la música más dura de los setenta, ochenta y noventa, existe una gran expectativa para el concierto que (ya ellos solos) ofrecerán en el C.C. del Matadero el próximo 17 de junio. Nos confesaron que les gustó el resultado del show del sábado y que están contentos con el disco.

Luego le tocó el turno a Ciudad de Lobos, un de los primeros grupos que abrieron la veda para la nueva hornada de propuestas musicales oscenses que ha consolidado la escena (solo hay que ver que en el último mes hemos tenido hasta tres festivales dedicados a la música oscense, Clip Festival, Garrampa Pop Festival y el acontecido la pasada madrugada del sábado).

Lucca fueron los siguientes en saltar al escenario. La profesionalidad de Lucca y el cuidado por cada uno de sus conciertos e incluso de la imagen gráfica de cada uno de ellos es exquisito. Su vocalista, Célia Vazquez (que ya demostraba su valía en el proyecto Ring Nebula junto a los oscenses Infrasound) canta de maravilla y le da coherencia a un grupo plagado de buenos músicos y con una sección de vientos que enriquece la música en directo. Lo cierto es que el concierto del sábado fue de menos a más y nos divirtió mucho. Nos gustaría que pronto pudiéramos tener algo en nuestras manos de Lucca y poder escuchar el disco en casa o en el coche.

Lucca

Cerró la noche Cuentos Chinos, que aparecieron de la nada hace un par de años en el Café del Arte y que ya han demostrado su buen hacer. Plagado también de buenos y multiempleados músicos, Cuentos Chinos fue el broche ideal de una noche que nos dejó un buen sabor de boca.

Cuentos Chinos

Y como la noche es joven, aunque nos la quieran cerrar, continuamos nuestro periplo nocturno por una pequeña carpa situada en la plaza de San Pedro, dentro de la programación de Okuparte como Musikarte, donde un dj de cuyo nombre no puedo acordarme nos trasportó con unos hipnóticos sonidos tech-house y techno convirtiendo la calle en pista de baile. La escena suma y sigue.

Mini-carpa plaza San Pedro.